ME AMO PARA AMARTE
ME AMO PARA AMARTE
Cuando hablamos de relaciones de pareja la suma de las partes es mayor que el todo, ahora si una de las partes está vacía, sin amor propio y resignado a recibir solo lo que la otra parte condiciona a dar, entonces el costo de tu aceptación se convierte en un verdadero sacrificio.
El verdadero amor parte de la independencia afectiva, es amar tanto que
te dejo en libertad y sé que vuelves a mí no por necesidad sino por deseo.
Cuando estoy lleno de amor, seguridad y paz conmigo mismo, solo ahí puedo dar
todo aquello que para mí es normal, natural. Cuando mis “gavetas” emocionales
están llenas de vida, alegría, respeto entonces no me conformo con migajas de
amor condicionadas.
Si sientes que estás en una relación donde tus valores, tu estabilidad
emocional y tu amor propio no son aquello que tu consideras adecuado y positivo,
puede ser que sea el momento de abandonar el empeño, saber soltarse, deponer
las armas, reconocer las señales de tensión en el cuerpo cuando lo que vivimos
no nos produce satisfacción ni nutre a la pareja. Porque una pareja mantiene su
sentido mientras sigue siendo nutritiva y creativa. Como decía Frida Kahlo: “Donde no puedas amar, no te demores”.
En ese caso, hay que afrontar, mejor temprano que tarde, la ruptura. Y el valor
y el arte para la ruptura son tan cruciales como el coraje y el arte para la
unión. Hay que hacer como el árbol que
en otoño suelta sus hojas porque sabe que necesita fuerzas para el invierno y
en la primavera las volverá a tener, nuevas, limpias, llenas de vida. En las
relaciones de pareja, rendirse cuando no es una relación sana, significa
dejarse llevar en brazos de una voluntad más grande que la propia, de un
destino mayor, para que el dolor sea posible y nos dirija en otra dirección.
Rendirse es el acto más humano de todos, porque nos enseña los límites, aquello
que se nos posibilita y aquello que se nos niega; aquello que no es posible a
pesar del amor y aquello que es posible más allá del amor.
Una vez tomada la decisión comienza la tarea más hermosa que te hayas
trazado en tu vida, es la de amarte tanto que se desborde y todo lo que está a
tu alrededor florezca y crezca de la misma manera que tú. El comienzo se da
desde algo muy básico, pero que se nos olvida muy seguido: amarme. Porque sólo
si me amo a mí, puedo dar amor a todos los que me rodean. Sólo si me amo a mí,
puedo saber realmente qué es el amor. La clave para aprender a amarme realmente
es el AUTOCONOCIMIENTO, primero me conozco, luego me acepto y por último me
proyecto en mi perfección imperfecta. ¡Todo un proyecto que trabajar!
A continuación, te dejo algunas ideas para ir construyendo ese amor
personal, mágico, único que solo es tu responsabilidad lograr:
Primer elemento: LA INTENCIONALIDAD,
al desear algo nos concentramos y colocamos todos nuestros recursos en aquello
que elegimos crear, esto es lo que llamamos la creación consciente.
Segundo elemento: LA
INTERIORIZACIÓN, en el momento en que te conviertes en lo que deseas, das
vida a una profecía que por su naturaleza tiende a cumplirse. A veces hay que
contar los polluelos antes de que salgan del cascarón, o puede que si no, no
salgan…actúa “como si”.
Tercer elemento: EL SINCRONISMO,
formular un deseo y darle vida es una señal clara para el universo, somos seres
vibracionales, nuestro cerebro trabaja con ondas vibracionales que conectan con
nuestras emociones y estas a su vez con nuestros órganos vitales, todo en
mágica armonía crean el equilibrio perfecto entre cuerpo/mente /alma que
finalmente son la proyección que das al universo.
Cuarto elemento: LA MAESTRÍA,
coherencia entre tu creación y la disciplina del día a día para crear el
hábito, haciendo posible lo imposible.
¿Quieres trabajar en la construcción de tu amor propio? Hay métodos
claros y precisos para dar pasos firme en esa dirección, juntos podemos
crear el plan y tú lo harás realidad...

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